Buen día padres de familia. Sabemos que la preocupación como papás es el ¿cómo aprenderá mi hijo(a) a leer y escribir, contar, sumar, restar; tomando en cuenta las circunstancias actuales de la pandemia? Es comprensible y entendible su preocupación; sin embargo tengan la certeza que nosotros como docentes tenemos los conocimientos, métodos, materiales y estrategias para lograr los aprendizajes esperados en los alumnos. Ahora más que nunca requerimos de su apoyo, compromiso y trabajo colaborativo (docente - alumno - padre de familia). Casi siempre pensamos que para iniciar la lecto-escritura comenzamos directamente con el trazo, nombres y sonidos de cada letra, así como las planas; sin embargo esto es erróneo porque antes de llegar a estas actividades es importante motivar, desarrollar y practicar otras habilidades esenciales para el aprendizaje. Un alumno que no posea este previo de ejercicios le será difícil adquirir la lecto-escritura, y ante estos casos, en el alumno se presenta el llanto y el rechazo a las labores escolares, y por parte de los papás se presenta el enojo, desesperación y por último y tristemente el desentendimiento del progreso académico de su hijo. Es así que durante estas tres semanas de "reforzamiento" se retomaran actividades esenciales que trabajaron en preescolar y que necesariamente se requieren reforzar. Iniciaremos con actividades que impliquen dimensiones grandes para llegar a particularidades. Comenzamos con la motricidad gruesa (manejo de su cuerpo y manejo de su cuerpo en relación con su entorno). Ejemplo de estas actividades son: bailar, gatear, saltar... Cuando el alumno tiene mayor manejo de su motricidad gruesa continuamos con el manejo de ciertas partes de su cuerpo, en nuestro caso, los brazos, manos y dedos de las manos. Ejemplo de estas actividades son: marcar con pintura sus palmas o yemas de los dedos en una longitud determinada, ensartado, rasgado, boleados, solo por mencionar algunos; y entonces con mayor habilidad les será más fácil el coloreado y el trazo con lápiz de líneas, formas, letras y números. A la par de la motricidad se trabajan con ejercicios para las habilidades del pensamiento como son: atención, observación, memoria, identificación, comparación e inferencias. Ejemplo de estas habilidades son: laberintos, buscar diferencias en las imágenes, secuencias, duplicar imágenes, crear cuentos con imágenes, etc. Todas las actividades inician siendo fáciles para el alumno y conforme van avanzando se hace más compleja la dificultad. Los juegos de mesa y en familia favorecen en mucho estas habilidades, como son: lotería, memoramos, domino, turista, damas chinas... Entre más estimulado estén los alumnos más fácil les será tanto a ellos como a las personas que los apoyen en sus tareas. ¡La estimulación, la motivación y la buena actitud nos llevarán a las metas esperadas!